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La elección de una fotografa pueden ser una herramienta brutal para reforzar la gestión del talento, porque la imagen que proyecta la empresa hacia dentro y hacia fuera importa un montón.
• Reflejar la cultura de empresa: unas fotos bien pensadas muestran un ambiente de trabajo positivo, diverso y cercano. Eso motiva a los empleados porque se sienten parte de algo que se ve auténtico y atractivo.
• Retención de talento: si quieres retener talento, tienes que enamorar también desde la imagen. Unas fotos profesionales en la web, redes y presentaciones transmiten seriedad, confianza y valores claros.
• Motivación interna: cuando los trabajadores se ven retratados de forma cuidada (no con fotos cutres de móvil), se sienten valorados. Eso genera orgullo de pertenencia.
• Teletrabajo y conciliación: puedes mostrar en imágenes espacios de trabajo flexibles, reuniones híbridas o incluso escenas que transmitan equilibrio personal-profesional. Eso ayuda a que candidatos y empleados perciban que la empresa lo facilita.
• Atracción de talento: hoy la primera impresión muchas veces llega por la web o LinkedIn. Una sesión de fotos profesional puede ser la diferencia entre parecer “otra empresa más” o destacar como un lugar donde apetece trabajar.
• Coherencia visual: cuando todo el material gráfico (fotos de equipo, oficinas, productos) tiene un estilo cuidado, se refuerza el mensaje de que la empresa también cuida a su gente.